El café con hielo: ¿solo para verano?

Es, después de los refrescos típicos, la bebida que más se consume con hielo. Sobre todo, si se pide solo, sin leche ni nada. El café se ha convertido en un clásico, para tomar en el desayuno, después de la comida o incluso por la tarde, en cualquier estación del año. Además del “poder” de la cafeína, que nos mantiene espabilados, en alerta (al menos en intención), esta dosis también nos ayuda a entrar en calor en invierno y rebajar las altas temperaturas (cuando se añade un hielo) en la época estival.  

En Juanchis servimos 6 tipos de variedades: solo (espresso), con leche, descafeinado, manchado, latte macchiato y cortado. Y sois muchos los que luego nos pedís un vaso con hielo para bajarle unos grados al café; sobre todo en estos meses de calor. Pero…¿solo se toma en esta época del año? Y otras de las dudas que muchos amantes del café se plantean: ¿es posible que se agüe y pierda su sabor y sus propiedades? 

Café con hielo

Como decimos, el consumo del café con hielo está muy extendido. Por eso estamos acostumbrados a gente tomarlo también en invierno. No porque consideren que queme en exceso, si no porque el resultado que obtiene le gusta más. 

Y es que cuando el cubito de hielo entra en contacto con el café, que siempre suele estar muy caliente, comienza a derretirse. El resultado es más parecido a una infusión que a un café, ya que la bebida queda parcialmente aguada. Esto altera no solo cambios en el gusto, sino también en el aroma – una de las cualidades más resaltadas de este producto, incluso por aquellos que no suelen tomarlo. Pero el resultado es, sin embargo, ideal para algunos paladares.  

En cualquier caso, existen algunos trucos que nos permiten añadir hielo, sin que esto perturbe el producto original. Todo dependerá del tipo de hielo. Si se trata de un cubito casero, lo ideal sería que estuvieran hechos con agua mineral en un molde limpio,sin aromas, y en un congelador no muy saturado de productos para que evite coger aromas.

Si no puedes garantizar esta calidad, es mejor comprarlos, ya que además también son de un mayor tamaño que los moldes estándar y por tanto, está más concentrado y tarda más en derretirse. 

Otro factor a tener en cuenta es el agua; pero en este caso, en estado líquido. El café se elabora con la solución de moler granos de café y mezclarlo con agua. Si disminuimos la porción de H2O, o aumentamos la parte del café, el agua derretida no será un extra, sino un elemento esencial.

Por último, existe la posibilidad de combinar ambos puntos, sin que esto afecte al producto. ¿Cómo? Pues elaborando los hielos con café. De esta forma, al derretirse, se está sumando casi a partes iguales agua y café. 

Y tú, a partir de ahora, ¿cómo vas a preparar tu café? ¡Cuéntanoslo! 

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